jueves, 28 de mayo de 2009

Son solo unas rayitas


Teresa Margolles tuvo una idea genial. En general su obra me parece terrible, inescrupulosa, cruenta, visceral -en el más estricto sentido de la palabra-, en resumen, algo no muy (nada) artístico. Con la crudeza que le caracteriza, ideó repartir en la bienal de Venecia de este año, unas tarjetas para picar cocaína, cosa de 10 mil… pero ilustradas con la imagen de un ejecutado por los cárteles de la droga.

Truculento y… brillante ¿alguien en su sano juicio la usará para picar coca? Los art dealers la llevarán alegremente en su cartera por puro esnobismo, pero ojalá le llegue a alguno que caiga en la cuenta del precio de sangre que tiene el consumo de cocaína, por más ocasional que sea.

Esto es lo que yo esperaba, cuando comentaba lo que comentaba en este post.

martes, 19 de mayo de 2009

De plazas y mamarrachos*


¿Usted conoce la Puerta del Sol o la Plaza Mayor de Madrid? ¿Conoce quizá la piazza Navona de Roma o la plaza Roja de Moscú? Como sea. ¿Se imagina usted alguna de estas plazas ocupada por meses por inmensa carpa de circo que impida una foto panorámica o la vista de algunos de los notables edificios que la enmarcan? ¡Imagine el escándalo!

Estas plazas son hitos urbanos por sí mismas y no requieren decorados o atractivos suplementarios. El zócalo de la Ciudad de México, la antigua plaza de armas o plaza de la Constitución, una de las más amplias y notables entre las de su género, es, por capricho del jefe de gobierno de esta ciudad, tratada como un vulgar descampado, un espacio “demasiado” amplio para ser “desaprovechado” (el jefe de gobierno padece el horror vacui de los barrocos, pero con menos estilo) y ha decidido (¡porqué no!) gastar nuestros impuestos en un museo de dinosaurios para homenajear a Darwin (¡faltaba más!) en una costosa y blanca carpa circense. Marcelo Ebrard al igual que su antecesor, tiene una visión pueblerina de esta ciudad inmensa, llena de recintos, estadios, museos, teatros y demás, lo que es comprensible en el ex presidente municipal de Macuspana, no así en el “alcalde cosmopolita” que pretende ser Ebrard.

¿Que Ebrard no ha pensado en el autódromo, en el Cerro de la Estrella, en los terrenos expropiados como “La Ford” o incluso en los terrenos de la ex refinería, para hacer un lugar de recreación popular donde homenajear a Darwin y sus dinos, o para poner su pistota de hielo con su arbolote de navidad o para a hacer el maratón del beso masivo a.i. (antes influenza) o cualquier otra ocurrencia? Los pocos valientes (que tienen que ser muy valientes) que se han mudado al Centro histórico, se lo agradecerán y también todos los que pensamos que nuestro “zócalo” es una plaza majestuosa de una gran ciudad y no una plaza pueblerina.


*mamarracho.
(Del ár. hisp. *muharráǧ o *muharríǧ, y este del ár. muharriǧ, bufón).
1. m. coloq. Persona o cosa defectuosa, ridícula o extravagante.
2. m. coloq. Cosa imperfecta.
3. m. coloq. Hombre informal, no merecedor de respeto.

lunes, 18 de mayo de 2009

Pena de muerte y legalización de las drogas


¿Por qué es frecuente que entre los opositores a la pena de muerte, existan muchas personas proclives a la legalización de las drogas?

Los que se oponen a la pena de muerte no son benévolos con los criminales, no es que crean en su redención tras las rejas o que los violadores, secuestradores y asesinos no merezcan morir. Sencillamente es que no creen en la imparcialidad del Estado. No creen que sea posible que el Estado pueda impartir una pena irrevocable (como solo la muerte puede ser) sin errar, con justicia y sin dolo. Vamos, los que nos oponemos pensamos en nuestro pellejo, porque la vida da muchas vueltas y el día menos pensado, uno puede ser inculpado siendo inocente. Tal como ha sucedido y sucede con frecuencia.

Pero, y eso es lo que más me sorprende, ¡esos mismos escépticos, piensan que con unos cuantos lineamientos, reglamentos, clausulas o leyes, puede “ordenarse” el mercado de las drogas! ¿Será posible que piensen que ese mismo Estado, incapacitado para impartir justicia, será capaz de normar un mercado dominado por gánsters, personajes al margen de la ley, sin respeto alguno por las instituciones? No lo sé. A lo mejor me perdí de algo en las explicaciones.

Las drogas no son malas porque son ilegales, son ilegales porque son malas. Esos libertarios deberían recordarlo.

(CONTINUARA… quizá)

viernes, 15 de mayo de 2009

La Mari y la Bebe

No es que me guste tanto, tanto, pero urge postear algo ¿no?