“¿Qué tanto es tantito? Total, si cuando yo me vaya, el siguiente delegado va a volver hacer su agosto permitiendo el establecimiento de comercio ilegal. Soy un guey -la verdad-, me he enemistado con “las bases” en atención a la “legalidad y al orden” ¿para qué? Total, Coyoacán es perredista aunque los “fresas” de Francisco Sosa no voten por el partido y tengan que sufrir a los franeleros. Que se chin…”
Así puedo imaginar el monologo interior del delegado Heberto Castillo. Ya abrió la mano, permitiendo la vuelta del mugrero de siempre, los comerciantes de chafi-productos artesanales (made in China), que no pagan impuestos y afean y estorban la vía pública.
No tuve el gusto de ver esa plaza limpia nunca. Ni siquiera habían acabado las obras de pavimentación.
"El mugrero es folk, si eso es lo que quieren los turistas, si eso es la esencia de lo mexicano”. Aja, aja, qué pobre visión, qué escasa valoración del espacio público, qué desperdicio de dinero.
Nada hay más permanente que lo temporal, eso dicen. Ahora los comerciantes estarán ahí por la navidad, luego hasta la Candelaria (porque es una fiesta muy mexicana), después por la semana Santa, las madrecitas y el día del Niño, más adelante por las fiestas patrias, el día de muertos y halloween, y…¿si mejor ya nos seguimos hasta la navidá?
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