jueves, 28 de agosto de 2008

Se prohíbe fumar, se permite abortar


Sí, bienvenido a la ciudad de las contradicciones, a la Ciudad en Movimiento (que es, como se sabe, un gran, gran estacionamiento largas horas del día). Sí, aquí en esta ciudad políticamente correcta, progresista, el gobierno invierte en pistas de hielo y mantiene la ciudad llena de baches, invierte en clínicas abortistas e ignora el secuestro de unos cuantos niños pijos, o el maltrato y muerte de adolecentes pobres en un antro de medio pelo. Como se sabe, en las ciudades progresistas se cuenta con todas las libertades, pero en esta “progresista” ciudad, antes que la libertad de tránsito, impedida tanto por los embotellamientos y saturación, como por la inseguridad, se debe preservar la libertad de “elegir” el nacimiento de un hijo ya concebido. Se puede elegir la muerte de otro mientras no se queje (no se han visto aun las marchas de nonatos). Pero no, no por favor, no debes fumar, es dañino para la salud y coadyuva (palabra gubernamental por excelencia) al calentamiento global, y eso nos deja muy mal, pero muy mal con Al Gore (oh gran profeta del oráculo ecológico).

N’mbre, si ya ni siquiera el aborto es algo que incumba a la Constitución (nos salió el tiro por la culata, estrictamente). Claro, la Constitución debe proteger el derecho a la vida, pero para que molestarse en definir cuando es que la vida comienza, o quizá la vida solo es vida si es deseada y amada (por otros, se entiende). Una muy bien planeada y ejecutada campaña nos ha convencido de la necesidad de aplicar la eugenesia: merecen vivir solo aquellos que son deseados desde antes de su concepción, la vida de los que no han sido planeados no tiene valor. De ahora en adelante no más santaanazos, no más madres adolecentes, no más domingos siete, no más hijos fuera del presupuesto, que como todos sabemos producen hombres y mujeres de mal vivir, improductivos parásitos sociales, porque no fueron amados antes de existir. Lástima que esas “lacras” engrosan los arboles genealógicos de todos nosotros, ni modo, pero de ahora en adelante, si te llevas una sorpresita, no te canses en intentar amar a esa criaturita sin futuro ¡Cómo va a tener futuro si TU no lo esperabas, buscabas o deseabas! Ya sabes, esta progre ciudad te permite matarlo, (perdón, interrumpir tu embarazo) antes, mucho antes de tener el disgusto de que ya crecidito te lo mate otro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que la prohibición de fumar y el aborto son dos cosas muy diferentes, no debes mezclarlas.
Una cosa es querer mantener tu vicio a pesar de que a los ciudadanos que te rodean les moleste o provoque algún malestar. Y otra muy distinta el querer "matar", como tú dices a un feto (un ser vivo). Eta polémica no va a tener fin, además la persona es libre de decidir sobre su futuro y su cuerpo. E algo podemos coincidir, la ley no está muy clara y puede confundirse, puede provocar una irresponsabilidad sexual entre adolescentes y supuestos adultos que no se cmportan como deberían. Hy muchas posibilidades, muchas cosas en riesgo y muchas m´´as que quedan en el aire, pero mientras la educación en México no mejore tdo va a seguir igual. Pero claro debemos empezar por nosotros mismos y crearnos una conciencia sexual que razone de forma correcta y seamos responsables.

Martxele dijo...

Anónimo:
No entendí. Claro que fumar y abortar no es igual. Los defensores del aborto dicen que interrumpir el embarazo es alcanzar un "derecho sobre tu cuerpo", pero fumar (en mi opinión algo relativamente inofesivo) es algo intolerable (aunque el más dañado seas solo tu mismo). Es el colmo. El aborto es una operación sangrienta, cara, dañina y riesgosa aunque se haga en un hospital. Y es un asesinato (sin comillas). Y lo curioso y terrible: al gobierno del DF le parece prioritario este supuesto "derecho", a otros más importantes como el de la seguridad en la vía pública.