viernes, 28 de agosto de 2009

Otra vez Coyoacán

¿Qué debo decir? Finalmente Heberto acabó con la plaza Hidalgo y quedó… bien. Muy bien, incluso.

El fin de semana pasado tuve oportunidad de ir, ya noche, y ¡oh sorpresa! ¡Más limpio, iluminado y transitable que nunca! Casi desconocido. No vi mucha seguridad, pero tampoco artesanganos… bueno, sí, pero allá, arrinconados, y por supuesto ni nos acercamos. Llovía con un ligero y persistente chipi, chipi, y así y todo estaba lleno de familias. Redescubrí lo increíble que es mirar a la gente a la cara y no tener que ir mirándote los pies para ver que porquería pisas, que cable o piedra tienes que saltar o que puesto de comercio ilegal esquivar.

Tarde y mal pero Heberto Castillo, el delegado saliente, terminó la remodelación del centro de Coyoacan. Faltan cosas por hacer, pero honor a quien honor merece, mi reconocimiento por el trabajo realizado en pro del reordenamiento de esa noble plaza.

1 comentario:

Javier Lara Bayón dijo...

Hace tiempo que pienso en Coyoacán como un caso perdido. En realidad, ¿qué conserva de inmuebles patrimoniales? No más de seis en sus plazas centrales, pocos más en la Plaza de la Conchita, sus capillas de barrio y la calle de Francisco Sosa. Todo ello en medio de casas construidas en todas las tendencias arquitectónicas existentes, con una total falta de respeto a la Zona de Monumentos Históricos y gracias a la negligencia habitual del INAH.

Sí, las plazas quedaron muy bien. La pintura a la torre y a una parte del costado de la iglesia de San Juan Bautista que aplicaron hace unos años, excelente. Los trabajos de restauración en la capilla abierta avanzan. Pero, ¿lo demás? Casi como estar un cualquier otra colonia del DF.

Ojalá no suceda lo mismo con San Ángel y Tlalpan, sitios que conservan su patrimonio arquitectónico en mucho mejor estado.