viernes, 4 de abril de 2008

Hulecidio


Ayer tuve la desgracia de ver un hulecidio. Ahí estaba, destazado, con el hule chorreandole por las heridas. ¿Quien lo tiró? Seguramente la(s) delegación(es) se lavará(n) las manos. Como se encontraba ahí en la salida del metro Viveros en la frontera entre la delegación Alvaro Obregón y Coyoacán, nadie fue.
Quizá fueron los vecinos, cansados de su espesa sombra que por la noches protegía a orinantes nocturnos, quienes lo tiraron. Ahora, en vez de sombra y orinantes (lo que se hubiera resuelto con un foquito) tendrán mas ambulantes (de los que no ambulan, sino que se depositan y estorban).
Lástima, porque de esos hules (especie mexicana de hojas grandes y lustrosas) ya van quedando muy pocos en la ciudad de México y además, tardan mucho en crecer (yo ahora no recuerdo haber visto ninguno de chaparrito). Bestias.

1 comentario:

Cecilia Salgado dijo...

siiii besstias y mas bestias....